6 personas
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1 kg de remolacha cruda, pelada
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1 cucharada de semillas de eneldo
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2 manzanas Bramley (una variedad de manzana que se suele comer cocida por su acidez)
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4 cebollas rojas, finamente picadas
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500 g de azúcar de caña en bruto
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500 ml de vinagre de sidra de manzana ecológico
Cortar la remolacha en dados de 1 cm y ponerla en un cazo con las semillas de eneldo, las manzanas cortadas en dados de 1 cm, la cebolla picada, el azúcar y el vinagre.
Llevar a ebullición, reducir el fuego hasta que las remolachas estén tiernas y el líquido se haya reducido y espesado hasta alcanzar una consistencia de mermelada.
Dividir el chutney caliente entre los tarros esterilizados. Cerrar bien hasta que se enfríe y se cree el vacío. Guárdelo en la oscuridad y consuma su chutney después de al menos una semana para permitir que los sabores se desarrollen hasta alcanzar su plena madurez.